En el idílico Valle de Arán, nuestra misión era convertir una cabaña rodeada de nieve en un refugio acogedor, amable y cálido que cautivara a sus habitantes, haciéndolos desear quedarse en casa en cualquier estación. La clave de nuestro proyecto fue recuperar la madera en su estado natural, pulirla y tratarla con esmero, convirtiéndola en la esencia misma de este hogar.
El resultado fue una atmósfera donde la madera se convierte en un testimonio de la belleza natural del entorno, mientras que una cálida chimenea se erige como el corazón del hogar durante los meses invernales.
Los clientes no solo querían un refugio invernal, sino también un espacio acogedor y fresco en verano.
Logramos este equilibrio al diseñar una casa que brinda comodidad y frescura estival, permitiendo a la pareja invitar a amigos y disfrutar de su hogar durante todo el año.